La motivación es uno de los factores más importantes en el aprendizaje de idiomas. Los niños con una buena actitud tienen más probabilidades de trabajar duro y seguir adelante cuando el aprendizaje se vuelve desafiante y complicado.
Nuestro programa de inglés está diseñado para desarrollar la confianza de los estudiantes paso a paso. Nuestro objetivo es dar vida al aprendizaje, cubriendo temas con los que los niños están familiarizados y mientras desarrollan habilidades que necesitan para estudiar y dominar el idioma.
En los adultos o estudiantes en los últimos niveles educativos como preparatoria o universidades están presentes dos tipos principales de motivación para aprender inglés u otro idioma:
- Aprenderlo para un propósito particular, por ejemplo, conseguir un trabajo, ingresar a la universidad, viajar.
- Aprenderlo porque disfrutan aprender, divertirse y progresar. Esta segunda opción tiende a ser la forma más efectiva de motivación.
Los niños también están más motivados cuando tienen una impresión positiva de las personas y culturas de habla inglesa. Si les gusta la música, las películas o los deportes, es más probable que quieran aprender el idioma. Por ello, en nuestro programa de enseñanza, además de ejercitar las habilidades lingüísticas, provee materiales con un enfoque intercultural y diverso para acercar este tipo de temas a través del lenguaje.
Los estudiantes de todas las edades logran más cuando están intrínsecamente motivados, cuando la experiencia de aprendizaje es divertida, interesante y significativa. Así, los niños querrán aprender si tienen una motivación extrínseca, como obtener una recompensa por buenos resultados o porque hay un interés genuino.
Las actitudes de los docentes y padres hacia la educación tienen un impacto significativo en las actitudes de sus hijos hacia el aprendizaje (Crotty, 2017). Si les entusiasma aprender o enseñar, es más probable que su hijo o estudiante también lo esté. Al igual que cualquier otra habilidad, se puede alentar y mejorar la motivación. Los niños están más motivados cuando:
- Sienten que una actividad de aprendizaje es interesante y significativa.
Hay que dar los estudiantes oportunidades para explorar sus intereses y actividades de juego favoritas en inglés. Cualquier “trabajo” lingüístico que haga en casa que sea divertido, variado, llamativo o creativo ayudará al estudiante a prepararse para sus exámenes y a desarrollar sus habilidades en el idioma de una manera natural y sin estrés.
- Las actividades son diseñadas con base en sus conocimientos y habilidades.
Es importante tener actividades de aprendizaje en el nivel correcto. Si una actividad es demasiada fácil o difícil, puede ser poco inspiradora y desmoralizante. Los niños tienen diferentes preferencias sobre cómo asimilan la información. A algunos les gusta escuchar explicaciones y discutir, a otros les gusta mirar diagramas e imágenes, a otros les gusta experimentar y crear activamente. Hay que estar atentos de lo que funciona mejor.
- Tienen cierto control sobre cómo hacer la actividad.
Puede ser realmente motivador tener algunas opciones fuera de las convencionales para realizar una actividad, cuando existen se alienta a los niños a trabajar más y producir un trabajo más creativo. También les ayuda a aprender a tomar el control de su propio aprendizaje y a ser responsables de sus decisiones.
- Obtiene la aprobación de alguien que les importa.
Los niños quieren que sus padres y profesores estén orgullosos de ellos, por tal motivo hay que elogiarlos para crear una sensación de éxito y alentarlos cuando asuman riesgos, y en caso de fracasar en el intento, convertir los errores en oportunidades de aprendizaje.
Referencias: Crotty, J. (2017) . Motivation Matters: Students and Schools. Nueva York.
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