Existen múltiples factores que pueden afectar el desarrollo académico de los adolescentes, el estrés es uno de ello. Este no solo perjudica su desempeño en el ámbito escolar, también pueden verse afectadas sus relaciones con amigos y familiares. Es importante que los docentes sepan identificarlo para que puedan ayudar a sus estudiantes a controlarlo para evitar efectos negativos.
El estrés es una reacción fisiológica y psicológica del organismo frente a una situación que es percibida como demandante o amenazante, lo que genera una respuesta natural y necesaria para la supervivencia (Martínez, 2007). A pesar de no tener efectos inmediatos ni directos, cuando se hace crónico perjudica de manera significativa el desarrollo personal y la salud.
De esta manera, el estrés escolar es experimentado por adolescentes cuando se ven enfrentados a situaciones de alta demanda dentro de ambientes educativos y requieren del despliegue de sus capacidades para adaptarse y superar los elementos que causan el estrés (León, 2008), algunos de ellos son:
- Padres muy exigentes en las expectativas de rendimiento escolar.
- Demandas escolares apremiantes y con un ritmo de trabajo rápido.
- Mal desempeño y resultados escolares.
- Dificultades para alcanzar el reconocimiento e integración de grupos de sus pares.
- Desventajas en materiales y recursos en comparación con sus amigos y compañeros.
Estos elementos pueden presentarse dentro del ciclo escolar y agravarse o disminuirse con con las relaciones entre estudiantes y profesores, evaluaciones y procesos de enseñanza. En entornos escolares hostiles, el estrés puede generarse cuando no existen condiciones y normas adecuadas que permitan un sano desarrollo de socialización, que permita una comunicación horizontal y honesta entre estudiantes, profesores y padres de familia.
Para combatir el estrés es importante dar a los estudiantes un repertorio de habilidades socioemocionales que les permitan superar los factores que lo provocan. Cuando los adolescentes carecen de ellas, pueden recurrir a conductas que perjudiquen su salud en la búsqueda de alternativas que les ayuden a afrontar dichas situaciones.
El desarrollo de habilidades como el autoestima, la autoconfianza y la empatía son fundamentales para evitar el estrés, al trabajarlas, los adolescentes adquieren seguridad en sus capacidades y con ello en su persona. Dentro de las aulas esta tarea puede ser difícil de trabajar por la distribución de horas de clase y contenidos, por ello es importante adaptar metodologías pedagógicas que ayuden a cumplir con dichos objetivos.
Para evitar el estrés y otras respuestas negativas, como la falta de confianza o la inseguridad personal dentro del salón de clases, Mindfulness es un enfoque basado en prácticas psicológicas que permiten a las personas que lo practican ejercitar competencias socioemocionales para mejorar su estilo de vida.
En BE+Live nos preocupamos por el bienestar emocional de nuestros estudiantes, por ello nuestro programa de enseñanza va más allá del aprendizaje de un idioma. Con nuestra propuesta BE Mindful desarrollamos habilidades para la vida donde los estudiantes aprenderán a conocerse para dar lo mejor de sí mismos dentro y fuera del salón de clases.
Referencias: León, B. (2008). Atención plena y rendimiento académico en estudiantes de enseñanza secundaria.European Journal of Education and Psychology. Vol 1, No 3. pp. 17-26
Martínez, E., y Díaz D. (2007). Una aproximación psicosocial al estrés escolar. Educación y Educadores.
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