Desarrollar las habilidades afectivas para mejorar la convivencia social y el estado emocional de las personas es fundamental en una educación plena. A través de ellas se adquieren aprendizajes que enriquecen el ámbito personal, académico, laboral y social. En los infantes, cada interacción y cuidado que se les da son críticos para adquirir estas capacidades y así lograr un desarrollo cognitivo y emocional óptimo.
Una de estas habilidades es la empatía, con ella las personas pueden ponerse en el lugar de otros y así comprender fácilmente su comportamiento y estado de ánimo; mostrar empatía hacia los demás mejora el comportamiento propio hacia un beneficio social. Por ello es importante que los niños sean conscientes de su importancia y sobre todo, que sean empáticos en su vida cotidiana. Cultivarla desde pequeños les ayudará a:
- Escuchar y comprender mejor lo que pasa consigo mismos.
- Actuar en su día a día pensando en los demás y los beneficios comunes.
- Mejorar sus vínculos afectivos y la manera en que socializan.
- Desarrollar su inteligencia emocional.
- Ser personas confiables al mostrarse capaces de escuchar y entender a los demás.
- Fortalecer su autoestima.
- Comunicarse eficientemente.
Esta habilidad se pone en práctica en relación con otros, en medida en que se sensibiliza a los niños para que sean conscientes de los demás y aprendan a tomarlos en cuenta. Por esta razón, es importante enseñar a los estudiantes a ser empáticos desde el salón de clases por medio de los contenidos educativos.
Esta tarea puede complicarse de acuerdo a sus edades porque constantemente la percepción del mundo de los niños cambia en relación con su persona. Por ello es importante ejercitar la empatía mediante ejercicios cercanos que les permita experimentar su valor y su función social. Los docentes preocupados por sensibilizar a sus estudiantes pueden poner en práctica las siguientes recomendaciones:
- Fomentar la escucha activa dentro del salón de clases, esto permitirá comunicarse mejor a los estudiantes, construir mejores relaciones afectivas y confiar entre ellos en situaciones complejas.
- Identificar comportamientos que no sean correctos en situaciones sociales similares a las reales.
- Traten de entender en grupo las acciones inapropiadas y discutan formas de ayudar a los demás en dichos contextos.
- Reflexionen las actitudes que pueden ayudar a tener un efecto positivo en otros.
Con BE+Live, mientras aprenden a dominar el inglés, desarrollarán la empatía y otras habilidades como el autocontrol, la autosuficiencia y el comportamiento prosocial a través de nuestro enfoque educativo BE Mindful, que estimula las habilidades socioemocionales de los alumnos. En él, lejos de memorizar conceptos relacionado a estos términos, les dará espacio para expresar sus emociones mediante una gran cantidad de recursos.
Referencias: Taylor, Z. E., Eisenberg, N., Spinrad, T. L., Eggum, N. D., & Sulik M. J. (2013). The relations of ego-resiliency and emotion socialization to the development of empathy and prosocial behavior across early childhood. Emotion, 13(5).
UNICEF (2014). Desarrollo emocional. Clave para la primera infancia. Argentina: Ed. Fundación Kaleidos.
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