Los avances tecnológicos han aportado una gran cantidad de herramientas que facilitan las tareas profesionales de las personas en su cotidianidad; la educación es una de las áreas más beneficiadas. El desarrollo de sistemas informáticos ha replanteado las metodologías de enseñanza-aprendizaje dentro y fuera de las aulas a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). Su implementación han implicado la adquisición de nuevas competencias digitales por parte de los docentes.
Una vez que los colegios integran estas competencias a sus aulas mediante recursos tecnológicos y operativos, los docentes son los responsables de elaborar metodologías de enseñanza activa para cumplir los objetivos educativos. En ellas tienen que convivir armónicamente las dinámicas de enseñanza dentro de las aulas, los contenidos tradicionales como libros de texto, y los entornos digitales seleccionados para que los estudiantes aprendan óptimamente mediante distintos recursos de una forma integral.
Al tener una metodología sólida y una buena selección de las herramientas tecnológicas, los docentes deben desarrollar contenidos educativos digitales mediante el uso de TICs. Estos deben garantizar una competencia adecuada de los recursos tecnológicos y un tratamiento óptimo de la información a transmitir, así mismo, deben responder a una serie de características para que cumplan con su labor.
Los contenidos digitales son materiales multimedia que permiten a los participantes del proceso de aprendizaje buscar, manipular y contrastar la información, apoyados en la colaboración, la participación, la cooperación y la creatividad que proporciona el aprendizaje en los entornos digitales o en la red (Moya, 2013). De esta manera su selección y estructuración debe responder a criterios de pertinencia, organización y coherencia con la estrategia pedagógica.
Para garantizar su calidad, la selección y diseño de los materiales que hagan los docentes deberá contar con los siguientes aspectos:
- Estructuras relacionales que permitan a los estudiantes aprender conceptos nuevos, enlazarlos o ampliarlos mediante vínculos a otros recursos digitales como simuladores, autoevaluaciones, bibliografía o videos, por mencionar algunos.
- Organizar unidades pequeñas con formatos atractivos que permita una navegación fácil y comprensión sencilla.
- Presentar información en diversos formatos como recursos multimedia donde se combinan imágenes, textos y sonidos, esto con el fin de favorecer su comprensión y apropiación de la información.
- Incluir ejemplos cercanos y actividades dinámicas que permitan la participación y orientación de los contenidos a contextos cercanos a los estudiantes.
Introducir contenidos digitales con las características anteriores exige a los profesores plantearse diseños pedagógicos novedosos en su organización docente y estrategia educativa. Con esto, mientras los estudiantes aprenden a través de distintos recursos y mediante un nuevo enfoque, se contribuye al desarrollo de competencias digitales.
Conocemos las exigencias educativas que la sociedad contemporánea demanda en medio de continuos cambios tecnológicos, por ello integramos el uso de recursos digitales en la enseñanza bilingüe en nuestro programa educativo. Con una gran cantidad de materiales físicos y digitales, los docentes podrán integrar de una manera flexible nuestros materiales a su programa y estrategia pedagógica, con la ventaja de tener una propuesta desarrollada por clase mientras llevan un control personalizado a través de nuestra plataforma digital.
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Referencias:Garcia, F. (2006). “Contenidos Educativos digitales: Construyendo la Sociedad del Conocimiento” en Revista de Tecnologías de la Información y Comunicación Educativas. 6 – 1. México.
Moya, M. (2013). “Las tics y los contenidos digitales en los procesos educativos” en Revista de Didáctica, Innovación y Multimedia. 27. España.
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