Bien dice el dicho “los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe” pero ¿qué tal de darle la vuelta y aprender desde ellos? Esa es básicamente la premisa de la tendencia educativa deeper learning donde a través de aprendizaje práctico basado en la realidad, se fomente en el estudiante un sentido crítico y analítico de pensamiento.
Desde la década de los ochenta, en años donde el desarrollo de tecnologías digitales daba sus primeros pasos y se buscaba identificar los patrones en el funcionamiento computacional. Bajo esta idea, la tendencia fue adoptada en otras áreas con el fin de mejorar aspectos de la humanidad como la educación.
Pero ¿cómo aplicar esta tendencia en el aula?
El enfoque principal del también llamado aprendizaje profundo es la comprensión mediante conexiones y relaciones de información e ideas para analizar e interpretar un todo, en lugar de abordar la mayor cantidad de temas superficialmente como en los métodos tradicionales. Esto permite al alumno tomar una actitud activa al involucrarse en su aprendizaje pues se utiliza como contexto situaciones más allá de las académicas, partiendo a la vida real.
Con esto en mente queda claro que la docencia desde esta perspectiva necesariamente adopta otros criterios a la hora de estar frente al grupo como son:
- Sesiones que van a la médula del tema. Con las actividades y los contenidos establecidos en la planeación de clase, los profesores buscarán desarrollar las habilidades de sus estudiantes estableciendo las claves mediante conceptos e ideas que estimulen su pensamiento crítico.
- Preguntas y debates construyendo conocimiento. Recordemos que la comunicación docente- alumno es más fluida y retroalimentada en la actualidad. El deeper learning aprovecha esta característica permitiendo una comunicación constante donde las dudas, la búsqueda de alternativas y compartir experiencias generen un ambiente de colaboración creativa y pensamiento profundo en la comunidad escolar.
- Conocimiento basado en el trabajo de equipo. Además de ayudar a la interacción social con sus compañeros de grupo, el aprendizaje profundo fomenta el diseño de mensajes y desarrollar una escucha activa, dando como resultado comunicadores eficaces y colaboradores organizados con un actuar basado en el logro de metas y objetivos.
Queda claro que la educación en todo el mundo camina de manera diferente. El estudiante se está acercando a ser un sujeto activo en su aprendizaje, ya no sólo como protagonista sino como una persona independiente en explorar y entender el mundo. Los profesores, por su parte, son los guías de la enseñanza acciones que los inviten y motiven a sus alumnos a ir más allá de lo evidente. Ante estas transformaciones, los colegios necesitan incorporar en sus aulas una experiencia diferente que compagine la academia, el bienestar de los niños y jóvenes además de tecnología como el modelo de inglés bilingüe BE+Live.
Follow us!