Cuando escuchamos la palabra tarea se nos viene a la mente la idea de una larga lista de actividades para realizar en casa. En el estilo de vida del niño/adolescente fuera de la escuela, el alumno aún destina gran parte de su tiempo en los ámbitos académicos y esto, de no manejarse adecuadamente, concluye en añadir a las tareas todo lo que no se termina en clase. Es decir, en lugar de percibirse como una oportunidad para continuar aprendiendo se convierten en una acción pesada y poco agradable para el estudiante.
Una de las tendencias educativas que busca repensar esta técnica es el Flipped classroom o aula invertida, en la cual las tareas se enfocan en brindar al estudiante toda la información acerca del tema para que la comprenda su ritmo y en las clases se debata, analice y practique el conocimiento.
Con este método, el profesor realmente es quien guía el aprendizaje y se aproveche de manera óptima el tiempo en el aula. Además se da la oportunidad al alumno de crear y manipular a su ritmo los contenidos para que pueda intercambiar ideas con su grupo.
Entre los beneficios de incluirla están:
- Clases atractivas
A través de este formato se le permite al estudiante prepara la materia a su ritmo y emplear de forma provechosa la tecnología de los dispositivos móviles. Así, además de ser un ahorro de impresiones y aportar dinamismo a las clases, da pie a opiniones y debates que enriquecen la comprensión del tema y resultan en aprendizajes profundos y significativos.
- Aprendizaje colaborativo
Los estudiantes interactúan constantemente y resuelven problemas de forma grupal. La interacción de los alumnos crece a través de los debates, actividades en grupo, etcétera, que puedan darse en el salón de clases.
Con este modelo los alumnos se ayudan mutuamente y acrecientan la confianza en su grupo, valorando el pensamiento de sus pares además de desarrollar su empatía y expresión de ideas, teniendo un ambiente más dinámico, divertido y motivador.
- Se adapta a cada estudiante
La clase se adapta al ritmo y necesidades educativas del estudiante, estos se vuelven responsables de su propio aprendizaje de manera autónoma y con la guía del docente. Este modelo favorece el aprendizaje individual del alumno, distribuyendo su tiempo y dedicándose a los aspectos que considere complejos, obviamente sin olvidar la guía del docente.
- Aumenta la interacción alumno – profesor
El flipped classroom o aula inversa saca el máximo partido a la formación online y a la interacción cara a cara con el profesor en el aula. El docente puede orientar mucho más las actividades que se realizan en clase y potenciar el aprendizaje del alumno. Al tratarse también de una actividad colaborativa, genere un acercamiento que nutre la relación docente- alumno al compartir pensamientos e inquietudes.
Estas son tan sólo algunas ventajas de incluir esta tendencia educativa en tu colegio. En nuestro modelo educativo invitamos al estudiante a ser responsable de su aprendizaje cultivando su curiosidad con nuestros contenidos dinámicos e interesantes además de ofrecerle al profesor material digital en cada una de sus sesiones de clase.
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