Entre las distintas habilidades y capacidades que son desarrolladas durante la niñez, la creatividad es una de las más significativas, con ella se puede crear, innovar, asociar y dar soluciones. Es un concepto tan amplio que define procesos, espacios, objetos y personas. Stenberg y Lubart aseguran que la creatividad está relacionada con la generación de ideas que sean relativamente nuevas, apropiadas y de alta calidad, así como con dar respuestas originales y novedosas (Torrance, 1997). Por estas razones requiere ser desarrollada y entrenada de manera vigorosa.
En los primeros años de vida el cerebro presenta una gran plasticidad, característica neuronal profundamente relacionada con la creatividad. Por ello es importante que dentro de los espacios educativos se contemple esta capacidad para ser trabajada junto con otras habilidades, como lo son las comunicativas o cognitivas.
Para cultivar la creatividad dentro de las aulas, es importante que los docentes potencien la generación de ideas personales, escuchen y respeten las opiniones de todos sus estudiantes, promueven la libertad de expresión, inviten a reflexionar fuera de lugares comunes, faciliten el trabajo en equipo, favorezcan la experimentación, hablen de problemas reales, y sobre todo, habiliten emocionalmente a sus estudiantes para que se sientan capaces de crear libremente.
Es verdad que dentro de la organización de los contenidos y los temas a cubrir en los ciclos escolares, muchas veces las actividades antes mencionadas quedan rezagadas en segundo plano, sin embargo, lejos de ser una barrera dentro de las aulas, este elemento puede ser un factor que complemente el aprendizaje de los tópicos que se priorizan en la educación básica.
Una forma de añadir estos elementos a las clases cotidianas es contar con materiales que estén diseñados para impartir conocimientos y donde la creatividad sea el vehículo del aprendizaje. El programa BE+Live esquematizado con este enfoque, además de estimular esta capacidad en sus estudiantes, trabaja las principales habilidades comunicativas para apropiarse del inglés, todo ello bajo nuestro modelo de educación BE Mindful.
Este modelo de aprendizaje está sustentado en el proceso psicológico Mindfulness que ayuda a los estudiantes a estar atentos y vivir las experiencias que ocurren en el presente sin ser ni sentirse juzgados, esto mediante el desarrollo y práctica de la meditación y otros entrenamientos mentales.
Estudios relacionados con el proceso Mindfulness han demostrado que este ayuda a incrementar la actividad creativa pues motiva a los estudiantes a ver el mundo desde otra perspectiva, esto debido a que los tutores educativos que lo adoptan fomentan la oportunidad de cambiar las perspectivas y percepciones de los individuos. A su vez, especialistas aseguran que cambiando las actitudes y conciencia en una dirección más creativa estimula las habilidades natas de los niños (Balato, 2012).
En BE+Live estamos comprometido con la enseñanza del inglés con un modelo de educación socioemocional que ayude a nuestra comunidad a ser más creativa para poder afrontar los retos y desafíos del futuro.
Referencias: Batalo, M. (2012). Creativity and Mindfulness.Harvard University. Massachusetts.
Torrance, E. (1997). Educación y capacidad creativa. Marova. Madrid.
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